(www.saludyciencias.com.ar) Ya no se trata de una novela de ciencia ficción. Tampoco de una remake de la serie El túnel del tiempo. Mucho menos, de películas hoy algo pasadas de moda, como Volver al futuro. Ahora, septiembre de 2007, se trata de un modelo teórico de una máquina del tiempo desarrollado por un físico de carne y hueso. Una máquina capaz de llevar personas hacia el pasado.
El investigador en cuestión se llama Amon Ori y trabaja en el Instituto Israelí de Tecnología (Technion). El físico presenta un modelo teórico basado en ecuaciones que describen las condiciones que, de poder obtenerse, permitirían construir una máquina del tiempo, según lo publicado en la revista científica Physical Review.
Según los del físico israelí, la creación de una máquina del tiempo depende de ciertas condiciones iniciales muy reducidas que aunque muy difíciles, "no son imposibles de conseguir".
Los fundamentos de las teorías de Ori sobre el viaje a través del tiempo se basan en el aumento de la curvatura del espacio-tiempo, considerando que la flecha del tiempo puede llegar a enroscarse sobre sí misma formando un bucle.
Bastante complicado de entender para los simples mortales no expertos en la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein, la cosa es, en palabras de Amon Ori, así: “Sabemos que la curvatura del espacio-tiempo ocurre constantemente, pero nosotros hemos querido obtener una curvatura suficientemente fuerte para darle una forma que lleve a las líneas del tiempo a formar bucles cerrados. Hemos intentado descubrir si es posible manipular el espacio tiempo para desarrollarlo de esta forma”.
Si esa condición inicial se consigue, la máquina del tiempo funcionaría por sí misma, sin ninguna intervención, como pasa, con el cañón de un barco: si el cañón dispara un obús, una vez que el disparo se ha producido no hay nada más que hacer, sino esperar a que el obús vaya por sí mismo hacia su objetivo, conducido únicamente por las leyes de la física.
Para Ori, es posible conseguir la curvatura de un espacio-tiempo en una dirección concreta, con la finalidad de hacer posible un regreso en el tiempo en un espacio-tiempo paralelo.
Los cálculos del físico israelí demuestran que el bucle espacio-temporal puede ser construido con materia ordinaria y densidad de energía positiva (mientras que normalmente las investigaciones hasta ahora han estado dirigidas a utilizar materia especial, fabricada especialmente), pero añade que todavía es necesario resolver la cuestión de la estabilidad de esta máquina para que pueda convertirse en un túnel del tiempo.
"El mero hecho de la existencia de la máquina es el que permite concebir el viaje al pasado -resume Ori, y se entusiasma-. Creando hoy esta máquina del tiempo, hacemos posible el regreso a nuestro tiempo de las generaciones futuras.”
Según el modelo de Amos Ori, si el pretendido bucle espacio-temporal se creará el 1 de enero de 2008 y se utilizará por primera vez 20 años más tarde. Claro que al entrar en el bucle se estaría volviendo al 1ero. de enero de 2008.
La máquina del tiempo, en este supuesto, sería en la práctica como un túnel espacio temporal en el que la entrada está sujeta a la evolución del tiempo, pero cuya salida está inmóvil en el momento de su creación.
Por eso, las personas de 2007 no podríamos viajar al pasado; sólo podrían hacerlo las que vivieran después de que se hubiera conseguido crear el bucle espacio-temporal de Amos Ori.